Con la llegada del frío siempre nos solemos hacer preguntas como: ¿qué tipo de calefacción es más económica?, ¿cuál es el mejor tipo de calefacción para una casa?, ¿qué tipo de calefacción es más eficiente?, etc.
En el siguiente artículo analizamos las características de los diferentes sistemas de calefacción más comunes en nuestro país y algunas de las ventajas y los inconvenientes que presentan.
¿Qué tipos de calefacción existen?
Estos son algunos de los sistemas más habituales:
- Calefacción de gas natural: es uno de los sistemas de gas más seguros y baratos. Necesita pocas revisiones y el gasto en una vivienda “estándar” suele rondar los 50 euros al mes.
- Calefacción de gas propano o butano: pueden resultar más económicos que el anterior, pero son sistemas menos seguros ante posibles fugas o mala ventilación.
- Calefacción eléctrica: los radiadores eléctricos están presentes en el 14% de las viviendas de nuestro país. Son sistemas más seguros que el gas y tienen una mayor eficiencia a la hora de calentar el hogar. Sin embargo, el mayor problema que presentan es su precio.
- Calefacción de biomasa: aquí se encuentran las estufas de leña, de pellets o las estufas de policombustible.
- Aerotermia: este es uno de los sistemas más novedosos y se caracteriza por extraer hasta un 77% de la energía del aire.
La elección entre uno u otro dependerá de las necesidades de cada caso en particular y de las prioridades que presenten en cuanto a: precio, seguridad, comodidad o eficiencia. Uno de los sistemas más seguros es el de calefacción eléctrica, pero tiene el contra del precio. Si, por el contrario, buscamos un sistema más eficiente, las alternativas de biomasa o aerotermia serían las mejores opciones.
¿Cubre el seguro de hogar la calefacción?
No es habitual que los seguros de hogar cubran los elementos asociados a la calefacción. Pero si la póliza lo indica, sí pueden cubrir los daños ocasionados por su avería, como por ejemplo un daño causado por el agua si se trata de radiadores.
En el caso de las calderas, algunas compañías sí cubren sus daños, pero esto tiene que quedar reflejado en una cláusula de la póliza de hogar.
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